Éste no es un post de victimismo. Es un post descriptivo, que explica lo que está pasando. En cierta manera tiene sentido pues hay cierta información que el establishment no puede tolerar.
Cierta información que otros y yo estamos sacando a la luz a través de Youtube. Porque una mayoría de la gente no lee, y el vídeo se ha convertido en la manera más eficiente para transmitir información e ideas.
Y Youtube es ahora mismo el lugar principal para publicar vídeos en la red, nos guste o no.
Ya tuve problemas con Youtube una vez cuando me censuraron directamente un vídeo ilegalmente, pero, al menos, me avisaron con antelación y tomé medidas.
Ahora es distinto. Ahora su estrategia es ahogar económicamente a los youtubers que no encajamos en los delirios de la mafia gobernante.
Y así, me he encontrado con que Youtube ha quitado la posibilidad de monetizar a varios de mis vídeos, esta vez sin avisar y sin motivo aparente.
Es su manera de terciopelo de censurar sin hacerlo evidente.
Y por lo que estoy leyendo en blogs de otros youtubers independientes, ahora ésta es la tendencia.
Ahora es la guerra.
Por supuesto, Youtube marca sus reglas y puede hacer lo que le venga en gana. Es una empresa privada y ofrece un servicio como mejor le conviene.
Estoy seguro de que habrá quien piense que no tengo derecho a quejarme porque estoy usando su plataforma gratis y encima Youtube me paga. Que al menos no me ha censurado por completo ni me ha eliminado mi cuenta.
Claro, por supuesto.
Mi respuesta es poner avisos dentro de los vídeos desmonetizados, y en el apartado de información, para que los espectadores lo sepan.
Y a partir de ahora, algunos de mis vídeos sólo los haré públicos a través de mi blog http://cronsub.com , con alojamiento y dominio que pago de mi bolsillo.
Y otros de mis vídeos los compartiré privadamente en una lista de correo de pago.
Mientras Youtube sea tan amable de permitirme subir mis vídeos a su plataforma, claro.
Sé que esta medida resultará en alcanzar a menos audiencia en un principio, y habrá quien se moleste y me abandone.
Soy consciente de que estoy tomando un riesgo que puede acabar con mi desaparición definitiva de la red, al menos como transmisor de información independiente.
Pero también puede ocurrir que entre todos acabemos por darnos cuenta de nuestra fuerza individual ante la opresión de las grandes corporaciones que lo fagocitan todo.
Nadie dijo que la vida de un bloguero fuera fácil. Nadie dijo que transmitir información alternativa fuera fácil. Al contrario.
Por suerte no vivo en Arabia Saudí, o ni tan siquiera podría escribir esto.
Ya digo, este post no es de victimismo, es meramente informativo. Es lo que está pasando, y así lo explico.
Siento los inconvenientes que esto traerá a todos los que han depositado su confianza en mí, pues hace unos días mi canal de Youtube ha sobrepasado los 10.000 subscriptores.
Sin embargo, si esta tendencia no cambia, me temo que otros youtubers van a tener que tomar medidas similares.
O quizás, no. O quizás me quede solo y el resto de youtubers transijan; cosa que puede pasar y no seré yo quien les culpe por ello. No sé.
Vamos a ver qué pasa.