El dominio de las realidades inexistentes

Alguien generó esta imagen de arriba mediante un programa informático y yo la modifiqué mediante otro programa informático para que tuviera este aspecto.

Esta semana un tribunal en EEUU ha declarado que las obras generadas informáticamente con la mal llamada ‘inteligencia artificial’ no tienen derechos de copia, así que aquí la he reproducido ‘legalmente’.

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Por lo que, esa mujer que te está mirando directamente a los ojos no existe. Ni nunca ha existido. Pero ahí está su imagen.

Para mí, todo esto que está ocurriendo tecnológicamente, habiendo crecido en el siglo pasado, es un sueño de ciencia ficción hecho realidad. Podía imaginarlo, pero me ha llevado cincuenta años llegar hasta aquí. Y a la Humanidad, dentro de la historia que conocemos, le ha llevado miles de años.

En este momento, nuestras vidas han alcanzado el punto de las imaginaciones más salvajes del pasado. Nuestros antepasados se empeñaron en imaginar el futuro, y ese futuro ya se está quedando atrás.

Una característica humana es el rechazo a la realidad. Eso nos hace querer transformarla a nuestro antojo para acomodarnos a nuestros deseos. Y, para muchos, el deseo más ferviente es evadirse de esta realidad física.

Muchos humanos no pueden soportar la mortalidad ni los límites establecidos por la naturaleza. Y ya se ha llegado al punto en el que podemos crear y disfrutar de las realidades inexistentes.

Hasta tal punto que esas realidades inexistentes pueden convertirse en la única realidad conocida durante toda una vida. Para mí eso no puede suceder porque ya he vivido más tiempo del que me queda, estadísticamente. Pero para los jóvenes que inician sus vacilantes pasos en sus vidas sí que es una posibilidad.

Claro, la cuestión siempre es si es bueno o es malo. Y la respuesta depende del sentido de la vida de cada cual. ¿Es una vida bien vivida si no se vive de la manera en la que vivieron nuestros antepasados? ¿Vale vivir como un monje de clausura digital? ¿Sirve de algo juzgar cómo viven los demás?

Y, la verdad, sólo podemos hacer conjeturas porque es una situación novedosa que justo ahora acaba de comenzar. ¿Quién puede aventurarse a sacar conclusiones si no hay datos para sacar conclusiones? Sólo podemos especular, y especular y decir nada es prácticamente lo mismo.

Básicamente, nadie está preparado para lo que ha llegado, y sólo podemos aprender sobre la marcha. Por supuesto, quienes no lo pueden comprender son sus acérrimos detractores. Religiosos, filósofos, estatistas y demás gente de malvivir ya ha puesto el grito en el cielo. Como siempre pasa en una época de cambios exacerbados.

Y esta época que ha llegado no tiene ninguna referencia más que los libros y las películas antiguas de ciencia ficción que, claro está, no son más que conjeturas. Nada sólido de lo que agarrarse. Nada que nos ayude a prepararnos ante esta ruptura entre el pasado y el presente.

Ya digo, para mí es como vivir en una de esas narraciones que pretendían avanzar en el futuro. Pero que ni me imaginé que llegaría tan rápido. Es todo un desconcierto.

Sin duda, el futuro es ya el pasado. Y el presente no se sabe lo que es.

¿Abarcará esta realidad inexistente todos los ámbitos de nuestras vidas? Pues ya ha comenzado a hacerlo, incluso sin que nos demos cuenta. Ahí está esa imagen de esa mujer hermosa inexistente, mirándonos.

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Le he pedido a ChatGPT que me diga diez citas de Mark Twain

Pues eso, que por fin he logrado acceder al dichoso ChatGPT y no se me ha ocurrido otra cosa que pedirle diez citas de Mark Twain. Y éstas son las que me ha respondido:

«La verdad es más extraña que la ficción, pero es mucho más probable»

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«La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo»

«La educación es lo que queda después de olvidar todo lo que se aprendió en la escuela»

«La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las personas que miran y dejan hacer»

«La verdad es más importante que el buen sentido»

«El éxito es simplemente una cuestión de suerte. Piense en un gran número de cosas y algo tendrá que salir bien»

«El hombre es el único animal que tiene miedo de la soledad»

«El secreto de conseguir adelante es empezar»

«No te preocupes por las personas que hablan mal de ti, preocúpate por las personas que hablan bien de ti, ¡ellos son los que importan!»

«Todo el mundo tiene un sentido del humor. Lo que varía es el punto de vista»

Ah, sí, y la imagen la he coloreado también automáticamente, pero con otra ‘inteligencia artificial’.

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Sobre esa cosa llamada Estado y otras cosas eternas

Que la Constitución española no contemple la secesión es irrelevante. Cualquiera puede escribir negro sobre blanco que también los que no estén de acuerdo harán lo que les venga en gana. ¿Alguien ha aprendido algo de la #Historia Humana y su comportamiento?

Vamos, que la cosa va así: Todo individuo es soberano y tiene el ‘derecho inalienable por la Gracia de Dios (LOL)’ a juntarse o separarse de otros individuos creando o rompiendo Estados, Religiones o Asociaciones de todo tipo, sin justificaciones o argumentos.

Quien quiera malinterpretarme es libre de hacerlo, me da igual. La cosa es que en esta situación actual estoy muy cómodo siendo parte del Reino de España y no tengo ninguna intención de romperlo. Pero eso no significa que la realidad sea como es.

Los que se creen que su Estado es eterno e irrompible y su Dios es todopoderoso e infalible necesitan un buen deslavado de cerebro para salir de su burbuja de unicornios rosas y arcoiris múltiples. O no.

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El pánico a lo descontrolado

Durante miles de años el ser humano habitó un mundo de escasez y dificultad, por eso le cuesta tanto adaptarse a este nuevo mundo de abundancia y comodidad.

Quizás tenía algún sentido el concepto de reparto de los recursos en el antiguo mundo de escasez, pero ese concepto ya no es válido ahora que se ha demostrado que la tecnología provee recursos de sobra para cada humano. Es una nueva época distinta

Cuando los robots y la automatización ya realizan el trabajo duro, ya no tiene ningún sentido la idea del esfuerzo físico realizado por humanos. La hoz y el martillo quedó en el pasado. ¿Robots del mundo, uníos?

Internet ha convertido a cada individuo en un nodo, los viajes rápidos y baratos han roto las fronteras, los traductores automáticos destrozaron las barreras lingüísticas. El concepto de tribu-nación ha sido derrotado pese a la resistencia de los patrioteros.

Pese a todo, es comprensible la resistencia de millones de mentes que se aferran a un mundo que ya no existe. La aceleración de los cambios es de vértigo. Las nuevas reglas se crean y quedan obsoletas cada día. El pánico a lo descontrolado está dominándoles.

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¿Qué es dinero? Diferencia entre divisa y dinero

En este texto voy a tratar sobre el tema de qué es el dinero y el valor del dinero que tenemos ahora mismo en nuestras manos. Qué es el dinero y cuál es su valor real.

En realidad, el dinero siempre es fiduciario, depende de nuestra confianza, porque podemos creer o no creer en él. Pero a través de los siglos, el dinero ha tenido tres valores:

  1. El valor del curso legal, lo que puedes comprar ahora.

  2. El valor de el metal.

  3. El valor del coleccionismo

Imagina seis monedas de dos euros, con sus diferentes caras, como por ejemplo, holandesa, francesa, italiana, española, alemana y griega. Entonces, estos doce euros ahora mismo tienen un valor fiduciario y de curso legal actual que les ha impuesto el Banco Central Europeo, que tiene el monopolio aquí en Europa, y podemos comprar productos y servicios por doce euros.

La verdad es que ya no se puede comprar mucho con doce euros, pero bueno, al menos puedes comprar una comida y comer una vez al día, quizás puedes comprar suficiente en el supermercado para un par de días de comida individualmente.

Pues creemos, o nos han hecho creer, en realidad nos obligan a creer esto, y entonces, por ello, es en realidad una divisa fiduciaria y tiene valor de doce euros. El euro no es dinero, es una divisa fiduciaria creada de la nada, sin un respaldo real, por el Banco Central Europeo, y que usamos porque aceptamos la coacción violenta de los Estados europeos.

Con estos doce euros sólo podemos comprar ahora mismo servicios y productos en el lugar donde aceptan los euros, o sea, lo que es la Unión Europea y algunos países como a Andorra, El Vaticano, Mónaco, San Marino, es decir, los países pequeñitos que están alrededor de lo que es la Unión Europea

Y en el momento que estos doce euros dejen de valer, sea porque el euro caiga o porque los mandamases decidan que las monedas éstas ya no sirven, dejarán de tener ese valor de divisa. Entonces tendrán un valor de metal, pero bueno con las aleaciones de metal con las que están fabricadas vas a cualquier parte del mundo y no te va a servir para nada.

Así que, lo único que le quedaría sería el valor de coleccionismo, pero tampoco, al haber acuñado muchas, no van a tener demasiado valor de coleccionismo. Serán como una anécdota para que las vean tus hijos y tus nietos, para que sepan cómo eran los euros.

Entonces, el único valor realmente que tiene el euro ahora es porque creemos que tiene valor, y es en el momento actual. Y en el momento que se decida que ya no son de curso legal, pues, básicamente, sólo serán metal para jugar y hacer ruido.

En contraste, hay unas monedas especiales de doce euros de plata española. Una moneda que tiene una proporción de 925 milésimas, es decir, que por cada gramo hay 925 milésimas de gramo de plata.

Significa ahora mismo que estos doce euros equivalen a las otras seis monedas de dos euros, por lo que podría comprar lo mismo con una sola moneda. Muy práctico, aunque no todos los comerciantes la aceptarían al no estar acostumbrados.

Y ahí está la diferencia entre la divisa y el dinero. Las seis monedas de dos euros son divisas. La moneda de plata de doce euros es dinero. La diferencia fundamental es el metal. El dinero se inventó como metal y su medida es su peso.

Las divisas pierden su valor de dinero en cuanto dejan de circular legalmente, y quizás les quede un valor simbólico numismático. El dinero, oro o plata, se mide en peso y su valor transciende el tiempo.

La moneda de plata de doce euros valdrá su peso en plata años después de que desaparezca el euro como divisa. Porque la plata y el oro son aceptados en todo el mundo, mientras que el euro sólo es aceptado temporalmente en los lugares donde es curso legal.

Es decir, que aunque fuera ahora mismo a Australia con una moneda de doce euros de plata y no me la aceptaran como doce euros, podría ir a un lugar de compra y venta de plata y me pagarían lo que vale el peso de esa plata en el momento que se hiciera el intercambio.

Por lo tanto, podría cambiarla por cualquier divisa, incluso sólo por el peso del metal de la plata.

Las divisas se usan por la coacción del Estado, a las órdenes de los banqueros.  El dinero se usa porque es aceptado entre individuos por su valor en sí.

Las divisas desaparecen y pierden su valor con el tiempo. El dinero traspasa las generaciones conservando su valor.

Unos señores tienen actualmente el monopolio de la fabricación de las divisas, y fabrican lo que les da la gana, y luego nos obligan a utilizarlo o si no te mueres de hambre. O si intentas hacer tus propias divisas, te meten en la cárcel. Así estamos coaccionados.

Y con esto creo que hemos dejado claro qué es el dinero y qué es una divisa, de una manera básica y sencilla, y realmente qué es lo que nos puede sacar del atolladero en el momento que se hundan las divisas. Porque el valor de las divisas, de todas, siempre tiende a cero. No hay ninguna divisa anterior en la Historia que haya sobrevivido. Y las actuales tampoco sobrevivirán. Pero el oro y la plata siguen ahí, y ahí seguirán.

Texto inspirado por el vídeo del mismo título que publiqué en YouTube el dieciocho de septiembre de 2013.

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