Si de verdad quieres a los tuyos

Si de verdad quieres a los tuyos, no esperarás ninguna pensión sino que crearás tu propio flujo de efectivo.

Si de verdad quieres a los tuyos, no trabajarás por horas sino por resultados.

Si de verdad quieres a los tuyos, no te limitarás con un salario sino que buscarás un mínimo de siete ingresos ilimitados.

Si de verdad quieres a los tuyos, aprenderás a distinguir entre dinero y divisas fiduciarias.

Si de verdad quieres a los tuyos, leerás los libros adecuados para subir tu nivel de desarrollo personal.

Si de verdad quieres a los tuyos, no te importará si el gobierno es de derechas o de izquierdas.

Si de verdad quieres a los tuyos, te adaptarás a las tecnologías de la información y las usarás en tu beneficio.

Si de verdad quieres a los tuyos, no te pondrás excusas limitadoras y expandirás tus horizontes.

Si de verdad quieres a los tuyos, sabrás usar Karatbars para enriquecerte y protegerlos con oro.

Si de verdad quieres a los tuyos, dejarás atrás todo lo que te impida avanzar.

Si de verdad quieres a los tuyos, imitarás las actitudes de los que ya están donde quieres estar.

Si de verdad quieres a los tuyos, harás todo lo necesario que tengas que hacer sin desfallecer.

Si de verdad quieres a los tuyos, te darás cuenta de que vives en un mundo de abundancia.

Si de verdad quieres a los tuyos, desaprenderás lo que te programaron para no ser el protagonista de tu vida.

Si de verdad quieres a los tuyos, romperás tu burbuja de comodidad.

Si de verdad quieres a los tuyos, apreciarás el lujo de tener tiempo en exceso para querer a los tuyos como se merecen.

Os lo dije, maldita sea

El peso argentino ha perdido más del 100% en un año respecto al dólar. Quien compró oro a tiempo pudo protegerse. Quien no compró oro está disfrutando de su miseria.

¿Lo digo demasiado fuerte?

Hubo un montón de argentinos que se apuntaron a mi grupo de Karatbars. Y NINGUNO compró sus lingotes de oro físico. Y NINGUNO intentó desarrollar el negocio de Karatbars.

Los pocos que me contactaron me vinieron con la misma estúpida excusa: que comenzarían cuando tuvieran dinero.

Es, como digo, una PUÑETERA EXCUSA.

Porque para ganar dinero no se necesita dinero. Se necesita mover el culo y buscar quien tiene dinero. Y con Karatbars eso es muy fácil, porque quien tiene dinero necesita protegerse con oro. Sí o sí.

Entonces, quien no tiene dinero lo gana de cero con las comisiones que se ganan al encontrar a otros que sí lo tienen. Y con dichas comisiones se puede comenzar a acumular oro uno mismo.

Además, gracias a internet, podemos encontrar a individuos deseosos de usar Karatbars en todo el mundo. No nos limitamos a los estados en los que habitamos.

Eso justo es lo que yo hice, maldita sea.

Os lo dije, maldita sea.

Y me da igual si cae mal lo que digo y cómo lo digo. Me la suda.

Los venezolanos y argentinos cayeron en su propia miseria mental.

Ahora, ¿a quiénes va a tocar? ¿A los mexicanos, a los chilenos, a los ecuatorianos, a los… pon el gentilicio?

Mucha gente tiene la obsesión de mirar el precio del oro en dólares o euros, y les parece que está bajando. Mientras, en el resto de monedas el oro está realizando su función de reserva de valor perfectamente.

Argentina…

Venezuela…

Aprended la puñetera lección, aunque sea dolorosamente por no hacerme puñetero caso.

Os lo dije, maldita sea. Pero mi misión es avisar, no ponerme en la piel de los demás para hacerlo. Cada cual recibe lo que se merece según sus actitud, por acción o por omisión.

Ésa es la auténtica justicia.

Sólo me interesa el oro

Gracias al oro que acumulé en mi última época de abundancia estoy yendo pa’lante en esta época de quietud.

Porque lo importante es el flujo de efectivo – ya trataré de ello en otro post. Y por eso me compré ayer una edición en papel de «El cuadrante del flujo del dinero«, para reforzarme los conceptos.

Para que mi próxima, y cercana, nueva época de abundancia sea más abundante, y esforzarme en que sea ya permanente.

Y por eso, de Karatbars sólo me interesa el oro, y más concretamente sus Classic Karatbars de 1 gramo, 2.5 gramos y 5 gramos. Y nada más.

Porque hace unos meses Karatbars realizó una ICO, y puso en funcionamiento una criptomoneda centralizada. Desde mi punto de vista fue un grave error, y por eso no he querido saber nada de dicha moneda virtual, y no sé cómo funciona la cosa. Porque ni me interesa.

Y digo que es un grave error porque esa shitcoin – todas las monedas virtuales centralizadas lo son – ha desenfocado a mucha gente que, en definitiva, nunca le importó el oro y creen que hay que ir por el negociete fácil.

Espero, de verdad, que Karatbars sepa lo que hace, y no acabe metiendo la pata. Porque este tipo de humo acaba siempre esfumándose – hemos visto estos últimos meses como todas estas monedas virtuales centralizadas han acabado en su valor real: cero patatero.

De momento, Karatbars sigue siendo el mejor sitio para conseguir oro a partir de cero, pues fue una genialidad que unieran el oro a un negocio de afiliación. Esto es algo real y tangible. Y que siga así por muchos años.

Mientras, sólo me ocupo de acumular oro físico, que es el único dinero, y de sacar provecho al sistema de negocio basado en el oro. Todo lo demás me resbala.

Porque, repito, es gracias al oro que acumulé en mi última época de abundancia que estoy yendo pa’lante en esta época de quietud.

Si hubiera dependido de las criptomoneditas, ahora estaría buscando comida en los contenedores de basura. Menos más que fui más inteligente y traspasé mis divisas sobrantes a oro.

Mi gran error en Karatbars del que aprendí

A Karatbars no le pasa nada, sigue siendo el mejor lugar del mundo para conseguir pequeños lingotes de oro puro físico a un precio que puede resultar gratis, si se aplica correctamente su sistema de negocio.

Como se ve en la imagen, conseguí atraer a 425 afiliados y clientes a mi red directa personal desde febrero de 2014. Y eso es algo que no puede decir ni hacer cualquiera.

Y ahí está el problema.

¿Cómo es que teniendo una red directa tan amplia, sólo el 1% se está aprovechando de las ventajas de Karatbars en este momento?

Pues por mi gran error: Hacer las cosas bien e innovar eficazmente.

Sí, aunque parezca sorprendente, eso es lo que pasó.

Porque ha habido gente en mi red, arriba y abajo, que me estuvieron difamando a causa de su envidia, a causa de no poder alcanzar mis excelentes resultados ni de lejos.

Como para esa gente les era incomprensible mi método de trabajo, comenzaron a divulgar que «mi método no era duplicable».

Y eso es una puñetera mentira. Vaya, incluso la propia Karatbars me copió parte de mi método, ¡por favor!

Y lograron hacer que muchos en mi red ni empezaran a ponerse en marcha. Es que ni ahorraron ni un gramo de oro, cosa de la que ahora se van a arrepentir.

Ahí tengo un mea culpa, porque se me ocurrió crear un par de grupos en Telegram donde mis afiliados, mis clientes y yo podíamos hablar sobre el oro y la economía. Y permití que accediera gente que comenzó a actuar a mis espaldas.

Aprendizaje: Nunca crees un foro donde clientes, afiliados y uplines puedan conocerse. Aparecerán aprovechados que te hundirán el negocio por culpa de sus egos.

Y vaya que lo he aprendido.

Lo mejor de un negocio como el de Karatbars es que cualquier día es bueno para recomenzar. Y eso es lo que estoy haciendo.

Voy a seguir con mi método, porque funciona perfectamente, y lo estoy mejorando con lo que he aprendido este tiempo.

Y los envidiosos e inútiles, que sigan mirando desde la barrera porque los he expulsado de mi compañía. En realidad, se han expulsado ellos mismos, porque son así de patéticos. Digamos que, con su actitud, mataron la gallina de los huevos de oro.

Sin duda, cada cual recibe lo que se merece.

Libertad provisional para los niños, y un tema crucial

Todavía no lo escribí en este casi-diario digital, pero dieron el alta a Olga este pasado lunes.

No es que esté recuperada del todo, pero al menos supongo que podrá pasar otros seis meses sin dolores.

Es ya como un ciclo repetitivo.

Mientras, esta pasada noche ha sido la noche más corta en este hemisferio norte, y escribo al amanecer del día llamado «viernes» o día dedicado a Venus.

Y hoy es el día que otorgan la libertad provisional a mis hijos.

Ambos han sacado excelentes notas en sus respectivos cursos, pero eso era de esperar con el nivel tan bajo de este sistema educativo.

Ahora tenemos tres meses por delante que Olga, como cada año, ya lo ha calificado como «el infierno«, así que, como es su deseo, eso tendrá.

Por mucho que yo insista, sigue no haciéndome caso, y sigue sin darse cuenta de que obtenemos lo que nos predisponemos a obtener, sea bueno o malo.

En fin, que lo superaremos sea como sea, como siempre.

Lo único que cada vez está peor es nuestro flujo de efectivo, o, tendría que decir, mi flujo de efectivo, porque todo depende de mí.

En Youtube no paso de 200€ al mes y en Karatbars, no he escrito aún mucho sobre este tema, por increíble que parezca, de 425 frontales, sólo 4 se lo han tomado en serio y ahorran su gramo al mes.

Por supuesto, no puedo negar que esta situación es culpa mía, pero no totalmente. Ya, sí, soy como soy y hago lo que hago, pero están ocurriendo cosas que no tienen que ver conmigo.

En Youtube, el algoritmo parece ser reacio a mis vídeos, y aunque sumo y sumo subscriptores, no sólo las visualizaciones de mis vídeos no aumentan sino que están disminuyendo a niveles sospechosamente bajos. Y como los ingresos dependen de las visualizaciones y no del número de subscriptores, pues eso.

Y en Karatbars, ya no sé que pensar; no tiene sentido que la gente se apunte, les explique como conseguir oro gratis y luego nada de nada de nada. Es como si mis esfuerzos de estos cuatro años no hubieran servido para nada. Es como si hubiera atraído a la gente inadecuada. En fin, lo bueno de una red es que siempre se puede recomenzar desde cero, enmendando los errores.

Sin embargo, creo que ya no puedo permitirme volver a la casilla de salida, ya no tengo mucho margen de reservas y, a este ritmo, el fin está cerca.

Por otro lado, mis camisetas y tazas no gustan y nadie las compra; y de mis libros en Amazon no paso de tres euros al mes. Y, el sistema de «paga por leer» fue una pésima idea comercial.

Así que, estamos en ese emocionante momento en el que ayer usamos nuestro último billete momentáneo de 50€, y las facturas se acumulan.

Por supuesto, los obstáculos son incentivos y tengo que inventarme algo para superarlos, y no escribo esto más que para constatar este momento al que volver en el futuro cuando tenga curiosidad por recordar cómo estaban las cosas a mitad de 2018, según el calendario occidental impuesto.

No quiero prebendas ni subvenciones, sólo el reconocimiento monetario justo a mi labor, pero tengo la mosca bajo la nariz porque los indicios apuntan a que hay enemigos en la sombra actuando contra mis intereses.

Pues que lo disfruten porque éste de aquí continuará hasta su último respiro, que a este paso puede que sea pronto, pero nunca se sabe.