¿Cómo se acaba con un blog?

Un blog no da pena ni gloria cuando…

– … no tiene ninguna regularidad en sus publicaciones, que sus lectores ni se acuerdan de él.

– … no tiene ninguna consistencia en los temas que trata, porque los lectores no quieren sorpresas sino saber de antemano lo que van a leer.

– … sus títulos no son como «7 errores comunes que pueden acabar con tu blog» sino «¿Cómo se acaba con un blog?», porque son los títulos de ese tipo los que atraen lecturas.

– … el autor del blog está aburrido de escribir, porque no tiene básicamente ningún incentivo para hacerlo.

– … las mal llamadas ‘redes sociales’ han matado los blogs y la gente prefiere escribir y leer hilos en Twitter.

– … dicho blog ha nadado durante años en el océano de la irrelevancia, pues los temas que a su autor le parecen interesantes no interesan realmente a nadie más.

– … se comienza un año con un escrito como éste, publicado 23 días después de que el año haya comenzado.

Pues sí, así se acaba con un blog; aunque éste blog va a seguir adelante, mientras a su autor se le ocurra alguna cosa que escribir de vez en cuando.

Vamos, ¡censúrame!

¡Y QUÉ MÁS DA LO QUE PIENSES DE LO QUE HAGO O DEJO DE HACER! (1,8,1994)

¡Censúrame!

Y entonces sabré que lo que hago
Es lo que tengo que hacer
¡Censúrame!

Y persígueme por mis ideas
(Lo que hago es lo que tengo que hacer)

Y enséñame cómo me detestas
¡Censúrame!

Y entonces sabré que éste es
(Lo que hago es lo que tengo que hacer)

El camino que tengo que recorrer
¡Censúrame!

Sabré que no he errado
(Lo que hago es lo que tengo que hacer)

No me he equivocado
¡Censúrame!

Niega mi existencia todo lo que quieras
Pero yo estaré ahí porque lo desapruebas
Y te heriré como si te tirara piedras
Y te derrocaré por mucho que te defiendas
¡Censúrame!

Sí, hazme el favor de darme fuerza de esta manera
Porque has de saber que es el principio del fin de tu era
¡Censúrame una y otra y otra vez!

¡Vamos! ¡Censúrame!

Youtube por fin ha logrado destruir mi canal

Enhorabuena a mis enemigos, que supongo que alguno tengo que tener, ya pueden celebrar su victoria pues han logrado echarme para que no moleste. No han logrado cerrar mi canal, pero éste está ya como si no existiera. Da igual cómo me esfuerce, que las visualizaciones están por los suelos, y pronto serán casi cero.

Es más, si lo normal era que tuviera unos 600 nuevos suscriptores por mes, este último mes ni llegan a 10. Fantástico.

Y como tenía que ser, todo esto se refleja en el apartado económico, que es donde más duele. Si para cobrar de Youtube hay que alcanzar un mínimo de 70 euros, pues este mes ni eso. Para poder entenderlo, hace años que nunca me había pasado. Para poder entenderlo, mi canal es un canal de 58.000 subscriptores y no va a llegar ni al mínimo de pago. Genial.

Pese a todo, tengo la intención de seguir publicando vídeos aunque nadie me vea, aunque mi voz esté siendo suprimida. Y ahí están los más de 1600 vídeos que he publicado estos últimos casi trece años. Sí, nadie los verá porque no podrán encontrarlos, pero ahí quedan.

Como se entenderá, esta situación me deja muy desanimado, pero así es la vida. No obstante, yo estoy muy orgulloso de mi labor de todos estos años y de haber compartido información que era difícil de encontrar en otros lugares.

Me han hundido, pero mi esfuerzo ha valido la pena. Sin lugar a dudas.

Si no hay cambios, hoy publicaré un nuevo vídeo, que muy pocos verán, pero ahí estará. Y así seguiré, hasta que ya no pueda.

Son las tres de la madrugada y hace un temporal de fuerte viento. El único meteoro que me pone nervioso y odio es el viento, con su inquietante silbido. Todo lo demás es circunstancial.

Gracias por estar ahí fuera.