Quien entienda el inglés disfrutará de este documental de 1978 que demuestra científicamente que el mundo está entrando en una nueva edad de hielo.
Sí, en 1978.
El alarmismo climático de la secta religiosa climática no es nada nuevo, sólo que, van cambiando la alarma cada vez que no se cumplen sus falsas predicciones.
Este hecho lo cambia todo: las elecciones de 1936 en la Segunda República Española que ganó el Frente Popular fueron amañadas.
Y no es una afirmación que se pueda dudar porque la documentación que lo demuestra ha sobrevivido hasta nuestros días.
Resulta que el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, guardó las actas auténticas de las elecciones en una caja fuerte que, por diversas circunstancias, llegaron intactas hasta nuestros días.
Es un Hecho Histórico 100% comprobado y corroborado, sin lugar para la duda.
Es un Hecho Histórico que lo cambia todo, y que destruye las base sobre la que construyeron la llamada Memoria Histórica.
Los que lucharon, mataron y murieron por defender la Segunda República Española, lo hicieron el 99,99% por una mentira creada desde el propio gobierno de la República. Seguramente, si la población hubiera sabido de este amaño electoral que favoreció a la izquierda, las cosas habrían sido muy distintas.
Esto demuestra hasta qué punto una gentuza sin escrúpulos puede conducir a una población al desastre.
Y este Hecho Histórico nos lleva a replantearnos el presente que procede de aquellos tiempos y la manipulación actual de la Historia.
En una narrativa oficial que trata a los bandos entre buenos y malos, resulta que es justo al revés de como sucedió.
Increíble, sé que puede ser un shock para muchos, que les va a costar aceptar la verdad de los hechos, porque la propaganda de estos últimos 40 años ha sido muy fuerte. Pero ahí está, por fin delante de nuestras narices.
Si no hubiera sido por el apoyo económico y militar del Imperio Español, y las grandes hazañas de Bernardo de Gálvez, las trece colonias norteamericanas de Inglaterra nunca se hubieran convertido en los Estados Unidos de América.
Toma ésa.
Por supuesto, un siglo después dichos Estados Unidos traicionarían a España y le robarían sus últimos territorios de ultramar – Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam.
Y dos siglos después, dicha Historia ni tan siquiera se contaría en casi ninguna parte. Y menos en las escuelas.
Menos mal que ahora existe internet, y Youtube, y podemos recuperar el conocimiento de lo que pasó realmente.
No sé como describirlo, pero ver a la gente del siglo XIX viva, moverse a su antojo por la calle, me fascina enormemente.
Me quedo embobado mirando las imágenes de las calles ocupadas por carros con caballos, el asfalto, si hay, sin esas líneas pintarrajeadas para dirigir el tráfico, los individuos cruzándolas sin semáforos que les ordenen cuándo cruzarlas.
Estas películas son el ejemplo de que hubieron épocas que desaparecieron, y son el ejemplo de que esta época desaparecerá como cualquier otra. Nada es eterno, aunque el momento nos lo parezca.
París.
Nueva York.
Londres.
Ver a los niños jugar y desenvolverse por las calles sin la supervisión de un adulto es, hoy en día, como ver ciencia ficción.
Parece, parece, me atrevo a decirlo, que el control mental no estaba tan avanzado hace más de un siglo. Sigo pensando que el siglo XX fue totalmente nefasto y habría que hacerlo desaparecer.
Quizás tenemos más llenas nuestras barrigas, pero me da la sensación de que hemos perdido algo muy importante.