¿Es la gente tonta del culo?
Sí, la respuesta es: «sí, la gente es tonta del culo».
Y la gente es tonta del culo porque compra caro y vende barato.
Es más, la gente es tonta del culo porque es incapaz de ver más allá de sus narices y se deja llevar por la circunstancias temporales.
Ejemplo claro, la supuesta caída actual del oro…
La gente ignorante, echándose las manos a la cabeza gritando «¡el oro se hunde!»
Los monetaristas keynesisanos diciendo sonrientes, «¿veis? El oro no es más que una piedra amarilla que brilla,» aprovechándose de este momento de fortalecimiento artificial del dólar.
Por cierto, están sobrevalorando artificialmente al dólar de EEUU. Esto suele ocurrir cuando una divisa fiduciaria está a punto de petar. El golpe será terrible y global. ¡Genial!
Pero sigamos…
Como sabemos, el oro es el único dinero y se mide en gramos, onzas, kilos y toneladas, pero si miramos el gráfico que encabeza este post comprobaremos que el oro está en positivo en todas las principales divisas de este mundo, si sumamos sus altas y bajas en los últimos 15 años.
Sí, quien tenga oro desde el 2003, y se haya olvidado de los pánicos y de los excesos, ha protegido su dinero y aumentado su cotización en divisas.
El oro funciona como siempre ha funcionado.
Tomad ésta, gente tonta del culo!!!
Así que, quienes vivan en la zona dólar y en la zona euro deberían frotarse las manos de lo barato que está el oro y comprar todo el que puedan.
Porque la gente que no es tonta del culo compra barato y vende caro.
Sin embargo, la gente que tiene oro que vive en otras zonas, como en Turquía, está respirando con tranquilidad porque el oro les está protegiendo de la caída de su moneda local, la lira…
Así que, la gente que es tonta del culo sólo lo es porque se deja llevar por la propaganda interesada y no se toma su tiempo para hacer su propio análisis. La diferencia entre un individuo inteligente y un tonto del culo es cuestión de diez minutos, lo que se tarda en reunir esta información.
Y el mundo sigue girando sobre su eje de rotación.
Nota final
Ahora, si la gente de mi red de Karatbars se diera por enterara estaría muy bien, porque mi única labor de estos últimos cuatro años y medio ha sido que estuvieran preparados para estos tiempos. Lamentablemente, no sirvió para mucho. Supongo que no me supe explicar, o no quisieron enterarse porque atraje a la gente inadecuada. Pero, ésa es otra historia que algún día contaré.
Ése ha sido mi gran error, no haberme rodeado de gente con la misma misión. Otra lección de la vida aprendida a golpes. Y más que aprenderé.