Esto me pasa por ser irrelevante, porque todo disidente que se precie siempre anuncia a toda voz: ¡[Red social] me censura! ¡[Red social] me ha borrado mi cuenta!
Pues no, para Twitter soy alguien sin peligro alguno, ninguna amenaza sensible.
Estoy bien adaptado a este sistema enfermo, parece ser.
La pérdida constante de seguidores en mi cuenta sólo es producto de que soy inaguantable, mis tuits no son bonitos para tomar el café de la mañana, nada más.
Vamos, circulen, circulen.