Considerando crear una página de financiación

En la imagen de arriba, una lata llena de mierda – sí, mierda – de un artista italiano de los años sesenta del siglo pasado. Al quedar ya pocas, se cotizan a cientos de miles de dólares.

Nota mentalQuizás me hubiera ido mejor vendiendo mierda que oro, es más provechoso porque la gente lo entiende mejor.

El caso es que las cosas ahora mismo no me van nada bien, y, si siguen así, en unos pocos meses volvería a la situación de 2012-2014.

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En esta imagen, ese carro está lleno de comida que recogí en un centro de Cáritas el doce de octubre de 2012, con vales que nos dió la asistenta social.

Me niego a volver a esos nefastos tiempos.

Hace ya un año se me estropeó el portátil, hace unos meses dejó de funcionar mi pc, y ahora se me está calentando demasiado el móvil, que es mi cámara y conexión a la red.

Pensé que podría reponerlos con mis ingresos de Youtube y Karatbars, pero no ha sido así.

Mi flujo de efectivo está por los suelos y, si no fuera porque me creí el cuento de la hormiga y la cigarra, ahora ni tendría mis pocas reservas.

Al menos, algo bueno que tengo es que sé aceptar la realidad.

Así que tengo que inventarme algo nuevo.

No, no voy a vender mi mierda, no.

Estoy considerando crear una página de financiación directa para los que apreciáis mi labor.

Con el riesgo de ser tildado como pedigüeño digital por los que no aprecian mi labor.

Sí, he intentado crear un lugar en Patreon dos veces y dos veces la he borrado porque no sólo Paypal cobra una comisión sino que se le añade la de Patreon. Como sé usar el código de Paypal yo mismo, puedo construir mi propia página prescindiendo de Patreon, eliminando esa segunda comisión.

Porque necesito herramientas para continuar mi labor…

  • Necesito un pc.

  • Necesito un portátil que corra.

  • Necesito una buena cámara.

  • Necesito buenos micrófonos.

  • Necesito viajar para encontrarme con quien quiera encontrarme.

  • Necesito un lugar tranquilo donde poder enfocarme en crear.

  • Necesito lo que sea que ahora no sé que necesito.

De momento, he aceptado una pequeña ayuda de mi madre, y podré comprarme un pc de segunda mano con el que, seguramente, escribiré un nuevo libro.

Sé que los planes nunca hay que mencionarlos antes de realizarlos.

También conozco el tonto cuento de la lechera.

Ésta no es más que una consideración para dejar mi idea plasmada en negro sobre blanco.

Puedo convertirla en realidad, o dejarla en eso, una idea y permitir que me fagocite el destino. Y desaparecer – mmm… ésta es otra fantástica idea, incluso más fácil de poner en práctica.

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#felizviernes

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Vuelvo a Instagram

No había vuelto a usar instagram desde agosto del 2017.

Tengo mi cuenta desde abril del 2012, bastante antes de que la comprara Facebook.

Me lo he vuelto a instalar y mi idea es volver a mis orígenes, a publicar arte fotográfico.

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Happy days

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Pues eso, a ver qué me sale ahora.

Definitivamente, YouTube está completamente roto

Alcanzar los 44.000 subscriptores sólo ha servido para que las visualizaciones bajaran todavía más.

Y con las visualizaciones, mis ingresos.

¡Bienvenidos a la caída final de mi canal!

Da igual que haga vídeos de gatitos o del tema más buscado del mundo en este momento. Da igual. Lo he comprobado.

Por mi parte voy a continuar publicando como siempre, pero se acerca el punto de no retorno, si no lo remedia alguna sorpresa de última hora.

Al menos, fracasar es para mí un éxito porque significa que no me quedé quieto, que salí ahí fuera y moví mi culo.

Que lo esculpan en mi epitafio, si es que tengo alguno. Bueno, también pueden poner «Disculpen que no me levante«, como en el de Groucho Marx.

Libertad provisional para los niños, y un tema crucial

Todavía no lo escribí en este casi-diario digital, pero dieron el alta a Olga este pasado lunes.

No es que esté recuperada del todo, pero al menos supongo que podrá pasar otros seis meses sin dolores.

Es ya como un ciclo repetitivo.

Mientras, esta pasada noche ha sido la noche más corta en este hemisferio norte, y escribo al amanecer del día llamado «viernes» o día dedicado a Venus.

Y hoy es el día que otorgan la libertad provisional a mis hijos.

Ambos han sacado excelentes notas en sus respectivos cursos, pero eso era de esperar con el nivel tan bajo de este sistema educativo.

Ahora tenemos tres meses por delante que Olga, como cada año, ya lo ha calificado como «el infierno«, así que, como es su deseo, eso tendrá.

Por mucho que yo insista, sigue no haciéndome caso, y sigue sin darse cuenta de que obtenemos lo que nos predisponemos a obtener, sea bueno o malo.

En fin, que lo superaremos sea como sea, como siempre.

Lo único que cada vez está peor es nuestro flujo de efectivo, o, tendría que decir, mi flujo de efectivo, porque todo depende de mí.

En Youtube no paso de 200€ al mes y en Karatbars, no he escrito aún mucho sobre este tema, por increíble que parezca, de 425 frontales, sólo 4 se lo han tomado en serio y ahorran su gramo al mes.

Por supuesto, no puedo negar que esta situación es culpa mía, pero no totalmente. Ya, sí, soy como soy y hago lo que hago, pero están ocurriendo cosas que no tienen que ver conmigo.

En Youtube, el algoritmo parece ser reacio a mis vídeos, y aunque sumo y sumo subscriptores, no sólo las visualizaciones de mis vídeos no aumentan sino que están disminuyendo a niveles sospechosamente bajos. Y como los ingresos dependen de las visualizaciones y no del número de subscriptores, pues eso.

Y en Karatbars, ya no sé que pensar; no tiene sentido que la gente se apunte, les explique como conseguir oro gratis y luego nada de nada de nada. Es como si mis esfuerzos de estos cuatro años no hubieran servido para nada. Es como si hubiera atraído a la gente inadecuada. En fin, lo bueno de una red es que siempre se puede recomenzar desde cero, enmendando los errores.

Sin embargo, creo que ya no puedo permitirme volver a la casilla de salida, ya no tengo mucho margen de reservas y, a este ritmo, el fin está cerca.

Por otro lado, mis camisetas y tazas no gustan y nadie las compra; y de mis libros en Amazon no paso de tres euros al mes. Y, el sistema de «paga por leer» fue una pésima idea comercial.

Así que, estamos en ese emocionante momento en el que ayer usamos nuestro último billete momentáneo de 50€, y las facturas se acumulan.

Por supuesto, los obstáculos son incentivos y tengo que inventarme algo para superarlos, y no escribo esto más que para constatar este momento al que volver en el futuro cuando tenga curiosidad por recordar cómo estaban las cosas a mitad de 2018, según el calendario occidental impuesto.

No quiero prebendas ni subvenciones, sólo el reconocimiento monetario justo a mi labor, pero tengo la mosca bajo la nariz porque los indicios apuntan a que hay enemigos en la sombra actuando contra mis intereses.

Pues que lo disfruten porque éste de aquí continuará hasta su último respiro, que a este paso puede que sea pronto, pero nunca se sabe.