
Divertido chiste.
Lástima que en la realidad, mientras la gente siga saliendo a la calle a protestar, los políticos seguirán tranquilos en sus poltronas.
Recuerdo cuando desde el edificio de Foment – CEOE catalana – mirábamos a las manifestaciones y nos preguntábamos cuál tocaba ese día, y luego volvíamos a nuestros quehaceres como si no pasara nada, nada de nada.
Los «trabajadores» son tonticos en grado sumo 😈.
Antes se colgaban a los señores del árbol más alto, hoy se les pide permiso para «manifestarse«. Ningún peligro.
Veamos, la cosa, a grandes rasgos, funciona así:
Dejas que la masa sucia gaste su adrenalina en manifestaciones, luego aceptas parte de sus «reivindicaciones sociales«. Les pagas con divisas fiduciarias que no te han costado nada, y se las robas con los impuestos y la inflación. La «justicia social» ha sido servida y los trabajadores felices porque la «lucha obrera funciona«.
Lo llaman «poder obrero«.
Ay, que no paro de reir, que me parto 😹