Y seguimos cada día con el mismo absurdo.
Si entiendes inglés, mírate este vídeo…
Si no hubiera sido por mis reservas y Karatbars, este año 2017 hubiera tenido que arrodillarme delante de un supermercado y pedir limosna.
Sin exagerar.
Y eso que el 2016 lo acabé con una enorme ilusión con YouTube.
Para el 2018 NO ESPERO NADA de YouTube.