¡Qué frío!

Vaya, estas previsiones de -4°C y -5°C son completamente raras en esta zona a poca distancia del mar.

Sí, a veces se llega a 0°C, pero ¿-5°C?

Bueno, qué cosa más rara que haga frío en diciembre, ¿eh?

Pues nada, a abrigarse y a no salir de las mantas, que tampoco pasa nada.

En este piso no tenemos ni calefacción para el invierno ni aire acondicionado para el verano.

Porque sencillamente, no hace falta.

Ni los veranos son tan calurosos ni los inviernos son demasiado fríos, por lo que no sale a cuenta desperdiciar energía.

Hay excepciones como estos pocos días, pero nada que no se pueda superar abrigándonos.

Olga pasó inviernos largos a -20°C en Ucrania y sabe qué hacer en casos de frío, pero por aquí ni nos acercamos.

Por cierto, aprovecho para decir que eso de la pobreza energética es otra chorrada más de los colectivistas.

¿Vivían nuestros antepasados con pobreza energética?

Nuestros antepasados sobrevivieron a visicitudes que ahora no podemos ni imaginar, y aquí estamos sus descendientes.

Los quejicas victimistas son sencillamente parásitos; con todas las letras y rompiendo lo políticamente correcto.

Quien quiere algo, algo le cuesta.