Una semana en el limbo

Los lugares que fueron atacados por las fuerzas de ocupación

Ya ha pasado una semana desde que el resultado del referéndum del 1 de octubre proclamó la República de Catalunya.

El referéndum es la práctica más auténtica de democracia, pero estamos en un sistema que suele pasárselo por el forro.

Este referéndum no fue simbólico, los golpes de la policía no fueron simbólicos, la sangre, el sudor y las lágrimas de los votantes no fueron simbólicos.

Pese a todo, todavía los manipuladores mueven los medios para echar tierra sobre sus resultados.

La única negociación que hay que hacer es para que España retire sus fuerzas de ocupación civilizadamente – si es que saben hacerlo.

Como la gente todavía no está acostumbrada a entender que el poder es suyo individualmente, aún está esperando que haya una proclamación oficial.

Y parece ser que ese momento llegará mañana a las seis de la tarde hora central europea, a través del President de la Generalitat de Catalunya.

Carles Puigdemont durante un programa de TV3

¿Tendrá lo que hay que tener para hacer su papel hasta el final?

De momento, hoy un miembro del PP le ha amenazado que acabará como Lluís Companys, es decir, fusilado.

Además, en un tuit he leído que mañana a las 17:30 CET se reunirá un montón de gente que irá a la zona del Parlament y rodearlo para protegerlo.

Y en otro tuit he leído que un foro de la Guardia Civil promete ir a apalear a dicha gente.

Hablando de apaleamientos, hoy a sido la fiesta de Valencia y grupos de cavernícolas españoles – la mayoría de españoles no son así – han apaleado a varios valencianos que están de acuerdo con los catalanes.

Es la normalidad de esa España falsa e inventada, en la que todo vuelve a su sitio.

Por eso, por ahí prometen una guerra civil en España.

Por suerte para mí, para cuando eso suceda, será un problema del país vecino, porque si todavía no se han enterado, estoy escribiendo desde un estado distinto.

Veremos qué show se nos presenta mañana.