Enhorabuena a los maestros de la propaganda, nos manejan tan fácilmente.
Quien dice que en Cataluña se usan a los niños y los ancianos sabe lo que dice.
Porque todo está descrito en el libro «De la dictadura a la democracia» de Gene Sharp, y descargable en castellano desde la web del Albert Einstein Institute.
Es el libro de cabecera de todos los activistas de las revoluciones de colores, porque todos los hilos llegan a George Soros.
Y en Madrid, por supuesto, lo saben.
Pero como lo saben, ¿cómo es que usan la violencia para luchar contra los independentistas cuando saben que es contraproducente ante la estrategia de la Open Society?
Llevo años – sí, años – diciendo que el Gobierno de España está coordinado con el govern de la Generalitat de Catalunya.
El Gobierno de España abre la boca, aparecen 10 separatistas más.
Desde la Generalitat de Catalunya se responde, aparecen 10 unionistas más.
Supongo que es obvio el patrón.
Por ninguna parte se quiere calmar a la masa, sino justo lo contrario.
Sin embargo, incluso sabiéndolo, no puedo evitar que este sinsentido me salpique porque estoy justo en el ojo del huracán.
Bueno, como mínimo puedo explicar las cosas que pasan desde dentro del huracán.
Mañana hay una huelga general en Cataluña, una huelga que podría ser indefinida.
Pero no faltará mi post diario sobre el tema que se me ocurra.
En un par de días se proclamará la República de Catalunya si no hay sorpresas.
Pues me alegrará que por fin ocurra.
Siempre es entretenido el río revuelto.
Quien discute por la etiqueta de cómo se llama el estado que le oprime, no tiene remedio.
Sin duda, los ingenieros sociales son unos genios, y nos manejan como quieren.
Añadido 3 de Octubre: Ayer escribí que la gente está siguiendo la táctica del libro «Del la dictadura a la democracia», pero dejé de decir que es sencillamente porque no tienen tanques ni armas suficientes para contrarrestar directamente la violencia estatal. Así que la táctica de recibir los golpes y que el contrario sea el malo les está funcionando. Por otro lado, aunque los bolivarianos de la CUP hacen mucho ruído, la gente es más agricultores y clase media que trabajadores. Aquí, en el cinturón rojo, alrededores de Barcelona, los obreros están más por la unidad de España. Se darán cuenta de que hay una República de Catalunya si les cortan La Sexta, Telecinco y Antenatrés, porque TV3 apenas la ven.