«Pueblo» es el término colectivista estatista usado para manipular a la masa en beneficio de la élite colectivista.
Cuando la religión es débil se usa al estado para unir a la gente y manipularla como a idiotas.
«Fieles» es el término colectivista religioso usado para manipular a la masa en beneficio de la élite colectivista.
Cuando el estado es débil se usa a la religión para unir a la gente y manipularla como a idiotas.
Siempre, en uno y otro caso, unos pocos se aprovechan del resto.
Mienten y manipulan, plantan la semilla del mal en su pérfido beneficio.
Además, todo seguidor de un culto es víctima de negarse a enfrentarse a la realidad por sí mismo.
Prefiere obedecer ciegamente que pensar.
Porque la salida fácil siempre es obedecer.
Y es de esa condición humana de la que sacan partido las élites colectivistas, y colectivizadoras.
La obediencia ciega a un líder, sea religioso o estatal, es una enfermedad mental que se cura pensando por uno mismo.
Por ello, la única defensa, y el mejor ataque, para destruir al colectivismo es no formar parte de la masa, ser un individuo pensante e independiente.
Ser responsable de uno mismo, pase lo que pase; aceptarse a uno mismo tal como es.
La búsqueda siempre es dura e interior.
No hay atajos.