Olga ha vuelto a casa.
Están bajando las temperaturas.
Vaya, se me están acabando mis pocas excusas y voy a tener que volver a la normalidad.
Pero esta nueva normalidad va a ser un tanto diferente a la antigua.
Veremos qué pasa estas próximas semanas porque tengo la sensación de que los acontecimientos globalistas están llegando a un punto de fisión.
Quizás no sea nada, pero algo está sucediendo que necesita alcanzar su conclusión pronto.
Y luego, esta época presente será como un pasado lejano.
Mmm…
Puede que incluso para mejor.