Un pequeño capricho material

El dinero hace girar al mundo.

Y consumir nos hace más felices.

Está científicamente probado, por cierto.

Un tocadiscos sencillo que funciona

Pues tenía unos cuantos discos de vinilo guardados desde hace años, pero no tenía aparato con el que escucharlos.

Ya no.

Esta mañana me he ido a una gran tienda impersonal de electrónica, y otros medios de entretenimiento masivo, y me lo he comprado.

A cambio de un fajo de efectivo fiduciario.

Aprovechando que es temporada de rebajas, también.

Y mi nivel de felicidad ha aumentado unos buenos grados.

Genial.

Lo único es que algunos de mis vinilos habían pasado estos años de forma horizontal bajo el peso de unas cajas y estaban abollados.

¡Vaya!

Menos mal que mi cole de discos originales, edición española de los años ’60 del siglo pasado, de The Beatles,  que compré hace 25 años – año más año menos-, los había guardado correctamente, en posición vertical.

Buf, me hubiera dado un patatús si les hubiera pasado algo.

Y hoy, tras un montón de años, los he podido escuchar de nuevo.

El dinero hace girar al mundo, y a los viejos discos de vinilo.

Fantástico.

Me encanta.

Por cierto, gracias Karatbars.