Uf, casi no escribo hoy

Hoy, sin foto.

Acabo de darme cuenta de que hoy no me había parado a escribir unas letras, y he estado a punto de caer en el sueño.

Casi como ayer.

Y el caso es que, actualmente, escribir se ha convertido en algo tan sencillo que lo damos por hecho.

Despreciamos los libros de papel por haberse convertido en algo común.

Y durante siglos, los libros han sido Tesoros, con T mayúscula.

He visto comercios que vendían los libros por peso.

He visto libros que han superado el siglo que ni a 33 céntimos de euro los querían.

Qué pena.

Se han tergiversado los valores, y lo caro se considera barato, y lo barato se considera caro.

Se aprecia lo irrelevante y se desprecia lo relevante.

Sé que es una paradoja defender el papel desde un espacio digital.

Pero cuanto más sé de tecnología más aprecio lo real.

Lo que ha superado los siglos de experiencia.

Sí, casi se me ha olvidado escribir hoy, con un dedo en un teclado virtual de un móvil.

Pero escribir, escribir, como en papel y con tinta, a mano, no hay mayor experiencia humana que se le compare.

Y, un día, cuando caiga esto de lo digital en la efemeridad del instante, los Tesoros volverán a ser lo que se merecen por su virtud.