Apáñatelas como puedas

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Ayer alcancé la cifra de 350 frontales personales en Karatbars.

P-E-R-S-O-N-A-L-E-S.

Sólo los que alguna vez han intentado impulsar un negocio en red saben lo que eso significa.

Pero no lo voy a difundir mucho porque no es mi intención incendiar envidias.

De verdad, aunque no me importa.

Lo cierto es que de esos 350 sólo un porcentaje ha entendido cómo sacar provecho a esta herramienta tan eficaz para salir de la esclavitud económica como es Karatbars.

Me da igual.

No voy a perseguir a nadie para que se enriquezca, faltaría más.

Y nadie me hace ningún favor por apuntarse a Karatbars.

Si acaso, el favor se lo está haciendo a sí mismo por abrirse a una de las mejores oportunidades existentes hoy en día.

Cuando un nuevo afiliado se apunta, le envío las instrucciones en bandeja de plata para que pueda sacarle el mismo partido que le estoy sacando yo.

Y a partir de ahí es su desafío.

Sus resultados dependerán de su propia inteligencia e iniciativa, de su propio esfuerzo.

Ahí comienzan los problemas de mucha gente: tener que esforzarse.

Porque Karatbars no es ningún esquema de hacerse rico rápido.

Al contrario, es una empresa alemana seria, legal y estable.

La gente que va saltando de flor en flor, cuando ve que necesita esforzarse, es la primera en huir.

Porque todos hemos partido de cero.

Y cuando yo comencé, Karatbars estaba en pañales y no habían ningunas instrucciones.

No había ninguna experiencia que compartir para allanar el camino.

Ahora, en este momento, es incluso demasiado fácil.

Sin embargo, hay gente que todavía se pierde en sí misma.

La oportunidad está ahí, al alcance de quien quiera tomarla y hacerla suya.

El resto, bueno, ya he dicho que es una cuestión de inteligencia.

Mi única ayuda es explicar cómo hacerlo, los buenos resultados dependerán de como se las apañen.

Karatbars funciona, y muy bien, lo que no funciona es la mente de muchos.

La diferencia entre ganar o perder la marca cada individuo.

¿Soy demasiado directo?

Así es la vida.

No es un juego.

Mientras, continúo adelante y no espero a nadie.

Quien me acompañe, bien.

Quien no me acompañe, bien.

Yo muestro resultados, no palabras.