El #15M pudo haber sido algo, pero los infiltrados profesionales, pagados por ONGs de un cierto billonario, ganaron.
Resultó que el #15M fue una trampa de unos Marxistas profesionales.
Por ser unos ilusos entonces ahora hay que aguantar a Podemos.
El #15M fue una victoria más para George Soros y sus esbirros psicópatas.
Es lo que hay.
El #15M volvió a demostrar que manipular a la masa es un juego de niños.
Por eso la única defensa es ser un individuo independiente.