Ésta es una de mis canciones preferidas en japonés…
Y ahora, un poco de polémica…
Ah, sí, como no es una canción en catalán nadie me pedirá que la traduzca, ¿verdad?
Digo yo, porque hablar en cualquier otro idioma está bien, pero hablar en catalán, uy, es una falta de respeto…
«601 euros de multa por hablar en catalán a un policía español en Barcelona» http://actualidad.rt.com/actualidad/234077-601-euros-multa-hablar-catalan
Volvemos atrás como los cangrejos. Supongo que tendremos que volver a Cuba para poder hablar en catalán, ya que en Cataluña es un crímen.
(Para quien no lo sepa, fue en Cuba donde se redactó la Constitición de la República Catalana y donde se diseñó la «Estelada», la bandera independentista catalana, a principios del siglo XX.)
¿Alguien se imagina que en Castilla fuera un crímen hablar en castellano? Claro, me parece que no…
Xavier Casanovas, un profesor de la Universitat Politècnica de Catalunya, se disponía a tomar un avión y al entregar su pasaporte en el control de seguridad saludó al agente en catalán. El policía entonces le advirtió de que hablarle en catalán era «una falta de respeto» y le reprochó su «poca estima» a España.
El mismo agente del control y otro policía, le abordaron cuando ya estaba en la cola de embarque. Tal como explica el diario ‘Público, «los agentes le pidieron el pasaporte y lo llevaron a un punto de información para tomarle la filiación y recriminarle una vez más su mala educación. Según Casanovas, cuando les preguntó por los motivos de su actuación, los dos policías nacionales le respondieron que estaba obligado a ‘hablar en castellano’ con ellos y que así lo establecía la Constitución».
Por su parte, Casanova intentó que los agentes se identificaran, pero obtuvo, siempre según su versión, respuestas aún más chulescas: uno de ellos le dijo que no llevaba el número porque «no le cabía en la camisa», y el otro que tenía un número difícil de leer «para evitar denuncias tontas que nos ponen». Casanovas también contó que los dos policías nacionales se despidieron con tono amenazante, hasta el punto en que uno llegó a decirle: «Sé donde vives».
Recuerdo como hace 20 años, cuando declaré ante un juez de L’Hospitalet por mi insumisión al ejército, quise hacerlo en catalán, pero el imbécil del juez me dijo que no «porque necesitaría un traductor«, y cambié al castellano para no hacer una bola de nieve, y porque lo intenté como experimento, para comprobar que pasaría.
Pasa el tiempo, pero esa intolerancia de los nacionalistas españolistas sigue vigente. Y luego se preguntan por qué aparecen nuevos independentistas catalanes como las setas cada día.
Me anoto hacer un vídeo para trolear a la gente boba sobre los idiomas.
Ah, ya lo tenía anotado…
😎