Gracias a los 137 lectores que seguís este blog por correo porque sois los únicos que sabéis cuando publico un nuevo post (bueno, quizás no los únicos, porque el RSS está activado, pero no sé cuántos lo siguen por ese medio).
De nuevo he aplicado la opción de «Disuade a los motores de búsqueda de indexar este sitio», por lo que será complicado que quien no sepa la dirección directa de este blog pueda encontrarlo.
Ya se sabe, los adoradores del SEO afirman que «si no te encuentran los buscadores, sobre todo Google, entonces no existes«.
Pues entonces, este blog ya no existe (otra vez) 😀
Pese a ello, su acceso es público y, por lo tanto, estará escondido delante de las narices de todos.
Esto no significa que cambie un ápice el contenido futuro de este blog, y, de momento, estoy cómodo con su funcionamiento y apariencia.
¿Demasiados cambios en poco tiempo?
Jejejejé… soy constante en ser inconstante.
No sé qué va a pasar dentro de un rato…
¿Cerraré mi cuenta de Twitter, que abrí en abril de 2009?
¿Intentaré eliminar de nuevo mi cuenta de Facebook?
¿Publicaré algún día un nuevo vídeo público en Youtube?
¿Volveré a publicar fotos artísticas en Instagram creyendo falsamente que les interesará a la masa?
¿Me decidiré a dibujar una segunda parte de «Historias del PPSOE«?
¿Por fin publicaré un nuevo libro en Amazon tras dos años sin hacerlo?
El devenir es un misterio ciertamente, como lo es el capricho humano.
La vida es un flujo al que le sigue un reflujo al que le sigue un flujo…
Ahora mismo parece que estoy en reflujo, haciendo una retirada estratégica para reflexionar cuál será mi próximo movimiento.
Y como éste es mi blog personal, aquí lo dejo escrito para que lo sepan mis biógrafos (vale, es una pretensión de mi vanidad banal la de pensar en tener biógrafos, al fin y al cabo, ya he publicado ocho libros y más de mil vídeos y no tengo ni una miserable reseña en la Wikipedia; vaya, ahora que lo pienso… ¡soy un creador maldito! ¡Ésa también es una buena referencia!)
En fin…
Permanescan atentoz a ezte blog canal!!!
(Es curioso, si me pongo a escribir puedo dar vueltas sin sentido y sin parar uniendo palabras tras palabras alargando un texto por alargarlo. Recuerdo una profesora de literatura en el instituto – oh, aquellos viejos tiempos, ¡hace ya 25 años! – que le asombraba mi facilidad para crear textos largos que en realidad no decían nada. Puedo concatenar palabras por el mero hecho de concatenarlas, como estoy haciendo ahora. Bueno, como este post ha superado ya las 400 palabras, lo dejo, lo dejo… aquí lo dejo.)