Yuri Bezmenov, antiguo propagandista de la KGB, que se escapó a occidente durante los años 70 del siglo pasado, explica con pelos y señales cómo se subvirtió la sociedad occidental para que aceptara las ideas colectivistas.
Según él, el presupuesto de la KGB consistía en un 15% para espionaje clásico, y un 85% para la propaganda e influencia en los países enemigos.
Y tal como demuestra en sus charlas, para los propagandistas de la extinta URSS fue extremadamente fácil subvertir a las sociedades ilusas occidentales, comenzando por la de EE.UU.
Sin duda, las repercusiones las sufrimos todavía hoy en día.
Para los que entendáis inglés, es una lección muy instructiva y abridora de ojos…