Día: 4 de marzo de 2014

Tengo un amigo en Ucrania al que han diagnosticado cáncer.

Se llama Tolek y es el marido de la mejor amiga de mi mujer.

Nos conocimos en 2007 cuando viajamos a Kuznetsovsk, y es una persona generosa, buena y amada por los que le conocen.

Tiene 45 años, tres hijos y trabaja en la central atómica de la ciudad.

Sólo 5 años más que yo.

Ahora está con Rima, su mujer, en Kiev de clínica en clínica.

Cuando Rima habla con Olga, mi mujer, por skype se le nota en su voz que está destrozada.

Han podido viajar allí gracias a las donaciones de sus familiares y amigos.

Pero no va a ser suficiente.

Porque en Ucrania no hay seguridad social, y les piden de 3000 a 5000 euros mensuales sólo por el tratamiento que lo mantendría vivo, y con suerte, curarle.

En este momento no se sabe cuánto le queda de vida.

Y es en este momento que me gustaría ser un materialista rico.

¿Cómo es posible que nuestras vidas dependan en este extremo del vil metal?

Por supuesto, se me ha ocurrido que podría intentar comenzar una campaña de crowdfunding.

Encontrar a 100 personas que donaran 50 euros al mes, o 500 que donaran 10.

Donaciones a una persona desconocida que vive en un país extraño, y que está pasando por lo peor que le puede pasar a alguien en esta vida.

Pero el dinero es mi asignatura pendiente.

¿Cómo podría hacerlo?

¿Cómo podría atraer la suficiente generosidad económica que pudiera darle una esperanza a Tolek?

He acabado el libro «Los dioses del edén» de William Bramley y comienzo «America’s secret establishment: An introduction of the Order of Skull and Bones» de Antony Sutton.

El prólogo lo hace extremadamente interesante;

Estos volúmenes explicarán el por qué Occidente construyó a los Soviéticos y a Hitler; por qué vamos a la guerra, para perder; por qué Wall Street ama a los Marxistas y a los Nazis; por qué los niños no saben leer; por qué las Iglesias se han convertido en fuentes de propaganda; por qué se suprimen los hechos históricos; por qué los políticos mienten y cientos otros por qués.

Estoy ansioso por devorarme este libro.

Se puede pensar lo que se quiera sobre Vladimir Putin (por cierto «Vladimir» significa «el que tiene posesión del mundo»), pero hay que reconocer sus formas de hacer que lo acercan a la gente.

Fijémonos en esta última entrevista sobre Ucrania.

Está sentado delante de los periodistas, a su misma altura.

Y mientras los periodistas van haciéndoles preguntas, Putin va tomando notas en un papel.

Un protocolo totalmente diferente de Obama en su poltrona, o del «plasmao» de Rajoy.

Por supuesto, se puede decir que los periodistas han sido escogidos de medios afines, y ya tienen las preguntas preparadas.

Eso no es muy diferente de cualquier rueda de prensa oficial en cualquier parte del mundo.

Pero he visto a Putin en la televisión rusa así, no sólo en esta entrevista, sino en otras ocasiones.

En viajes a escuelas, en actos oficiales, como público en programas de televisión…

Putin tiene una actitud que le acerca a sus «súbditos», y que ya quisiera cualquier líder de estos lares occidentales.

Vuelve el fraude de «la hora del planeta».

No voy a repetirme, ya escribí sobre ello hace un par de años.

Luego busco el enlace y lo pego aquí.

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Aquí está:

http://cronsub.com/wwf-ecologismo-oficial-al-descubierto/

Italia es el ejemplo perfecto de la «democracia» europea.

Eligen a dedo a un tercer primer ministro sin haber convocado elecciones en años.

Y meten en la cárcel al líder de uno de los partidos de la oposición por romper un cordón policial.

Pero si Beppe Grillo, el líder al que me refiero, hubiera sido corrupto hasta la médula seguro que ahora sería el primer ministro elegido a dedo.

Que sí, que ésta es la democracia europea a seguir.

La ciudadanía sólo estamos para obedecer y callar.

Y si no lo haces, es que eres «antidemócrata» o algo mucho peor.

El opositor Beppe Grillo, condenado a cuatro meses de prisión en Italia – RT
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/121441-italia-condena-multa-beppe-grillo?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=all